Diario de un loco
Hay días en que creo ver fantasmas. Pero soy yo. Es quizá la locura asentada que en un movimiento fugaz se esparce como la arena, ese día en el cerro de la culebra. Hace poco anduve con un amigo, caminando por ahí, conversando de temas trivales y frívolos, bueno a nosotros no nos parecen frívolos, y de tanto razonar y reflexionar no llegamos a nada. Y reímos otra vez para (no entristecer) hacerle frente a la seriedad y a la tensión. Ensayé una poesía, mientras caminaba: Una tarántula camina por mi pecho no la podía tocar por su incesante agilidad Pero no me saliò. Le pregunté a mi amigo entonces ¿por qué crees que Lima es una ciudad triste? Por el clima, la vida agitada, mira sus caras, la gente anda triste por eso, dijo. Pero los enamorados no andan tristes, repliqué. No andan así porque van a cachar, respondio.